La investigación “Valores de la familia que inciden en el éxito de las empresas familiares” fue sustentada por Marina Pereyra Rosas, egresada de la Maestría en Matrimonio y Familia (MMF) del ICF de la UDEP.
Por Instituto de Ciencias para la Familia. 26 agosto, 2021.En su estudio, Marina Pereyra analizó tres casos de empresas familiares peruanas exitosas y una encuesta global que recoge la información de 1800 empresas familiares. En ellas, se evidenciaron tres valores coincidentes que contribuyen o influyen en el éxito de su permanencia: la colaboración, la perseverancia y la libertad.
La colaboración, concebida como una actitud constante de servicio hacia el trabajo y la familia o hacia quien lo necesite; la perseverancia, capacidad de las personas de no rendirse ante las dificultades; y la libertad, la facultad de las personas de actuar limitadas solo por el respeto a la libertad de los demás y por sus principios, razón y voluntad.
La autora indicó que “no es un error pensar, que la cultura que se vive y desarrolla en los núcleos familiares incide sobre cualquier aspecto o campo de la sociedad, como, por ejemplo, las empresas”.
Cabe resaltar que, aproximadamente, el 80% de las empresas peruanas son de origen familiar y generan entre el 60% y 70% del empleo en el país; además, contribuyen al 40% del PBI. En contrapartida, tanto a nivel mundial como en el Perú, el 20% de las empresas familiares sobrevive en la transición de la primera a la segunda generación, el 10%, pasa de la segunda a la tercera; y solo un 4% sobrevive a la cuarta generación, según la Asociación de Empresas Familiares del Perú (AEF – Perú).
Pero, ¿por qué las empresas familiares son tan efímeras? Pereyra señaló, citando a Cesar Cáceres, director del Centro de Investigación de Familias Empresarias y Empresas Familiares de la UDEP, que “el principal motivo por el que las empresas familiares no pasan a las siguientes generaciones, es porque no tienen preparado un plan de sucesión”. Y, esto sucede, dijo la autora en su hipótesis, por la falta de confianza que tienen los directivos de la empresa en sus familiares.
El estudio reportó que estos tres valores —la colaboración, la perseverancia y la libertad— son esenciales en las empresas familiares, y representan un recurso de suma importancia que debe mantenerse a lo largo del tiempo, desarrollarse y aprenderse en el núcleo familiar para trasmitirlo entre sus miembros y sea cultivado en las siguientes generaciones; y, para que decante en el accionar de la empresa.
No obstante, la investigadora señaló que estos valores no garantizarían el éxito en la permanencia de las empresas familiares por si solos; aunque sí podrían contribuir, no son determinantes. “Si bien, hay que considerar que estos valores contribuyen al objetivo, no garantizan su logro, pues al tener cada empresa su “propio estilo”, forma con el tiempo su propia “fórmula” de valores, su propia identidad, su propia cultura organizacional”, concluyó.